Imagina que ahora te hacemos la siguiente pregunta:
¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando decimos la palabra “accesibilidad”?
Seguro que lo primero que haces es acordarte de las rampas o plazas de aparcamiento adaptadas que permiten a las personas con movilidad reducida desplazarse con libertad por la ciudad.
Por ejemplo, si una de estas personas no puede entrar en un edificio porque hay unas escaleras que lo impiden, está sufriendo problemas de accesibilidad.
En términos generales, la accesibilidad permite que cualquier persona pueda utilizar productos y servicios en igualdad de condiciones que los demás.
Claro que esto no solo abarca a las personas con movilidad reducida, sino que también incluye a otras discapacidades como la visual o la cognitiva.
Y hablando de accesibilidad, ¿te habías planteado alguna vez si tu web es accesible?
Si aún no lo habías hecho, debes saber que te estás arriesgando a correr algún tipo de sanción.
Y no solo eso, sino que además estás perdiendo dinero.
Ahora te explicamos todo esto al detalle.
¿Qué significa que tu web sea accesible?
Al hablar de accesibilidad web, nos referimos a la facilidad de acceso de cualquier usuario a una web, independientemente de si se trata de una persona con algún tipo de discapacidad o no, de su localización geográfica, idioma u otros aspectos.
El objetivo de que una web sea accesible es eliminar todas las barreras que frenan a cualquier usuario a navegar fácilmente por Internet al sentarse delante de la pantalla.
Es decir, hacer de Internet un lugar donde cualquier persona pueda moverse cómodamente.
¿Por qué es importante para tu empresa?
Vamos a ver qué dicen los datos.
Se estima que alrededor del 15% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad que dificulta su navegación por Internet.
Como seguro que lo entiendes mejor con un ejemplo, sería como si en España una población equivalente a la Comunidad de Madrid tuviese problemas para navegar por Internet.
La mayoría de estas personas abandonarán tu web si tienen problemas para navegar por ella, lo que se traduce en una pérdida de dinero para tu empresa.
Por otro lado, el envejecimiento de la población implica que cada vez sean más quienes tengan ciertas dificultades de tipo visual, motor o cognitivo, por lo que si tu web no es accesible, estás perdiendo cada día la posibilidad de llegar a más usuarios.
¿Quién decide si una web es o no accesible?
Dado que este es un problema cada vez más visible a nivel global, desde 1994 existe un organismo que regula los estándares que debe de cumplir una web a largo plazo para asegurar su crecimiento.
Este organismo es el Word Wide Web Consortium (WWC) y define dichos estándares a través de Pautas de Accesibilidad al Contenido de la Web.
Lo que se conoce como WCAG, por sus siglas en inglés.
Cumplir con estas pautas soluciona los problemas de diseño de páginas web para estas personas, y cada una de ellas responde a uno de los tres niveles de prioridad de accesibilidad web (o niveles de conformidad) según el WWC.
En 2018 entró en vigor la versión 2.1 de las WCAG, cuyas directrices han adoptado desde entonces la mayoría de países industrializados, especialmente en Europa.
Si bien estos requisitos dependen de muchos factores como la localización de tu empresa y de con quién hagas negocios, si tienes un sitio web que no ofrece acceso igualitario corres el riesgo de recibir algún tipo de sanción y, sobre todo, estás perdiendo clientes.
¿Cuáles son los principios que debe cumplir una web para ser accesible?
- Principio de perceptibilidad: la información y los componentes de la interfaz de usuario deben presentarse a los usuarios de forma que puedan percibirlos.
- Principio de operabilidad: los componentes de la interfaz de usuario y la navegación deben ser operables.
- Principio de comprensibilidad: la información y el manejo de la interfaz de usuario deben ser comprensibles.
- Principio de robustez: el contenido debe ser lo suficientemente robusto como para poder ser interpretado por una amplia variedad de tecnologías asistidas al usuario.
Cada uno de estos cuatro principios se examina mediante una serie de criterios de cumplimiento divididos en tres niveles de conformidad: A, AA y AAA.
Niveles de conformidad
Para satisfacer cada uno de estos niveles, la web completa debe cumplir todos los criterios de accesibilidad correspondientes a dicho nivel.
La WCAG define así cada uno de ellos:
Nivel A: Para lograr conformidad con el Nivel A (el mínimo), la página web debe satisfacer todos los Criterios de Conformidad del Nivel A, o proporcionar una versión alternativa conforme.
Nivel AA: Para lograr conformidad con el nivel AA, la página web debe satisfacer todos los Criterios de Conformidad del Nivel AA, o proporcionar una versión alternativa conforme. Este nivel es el que suelen cumplir las webs de todas las instituciones públicas.
Nivel AAA: Para lograr conformidad con el nivel AAA (el más exigente), la página web debe satisfacer todos los Criterios de Conformidad del Nivel AAA, o proporcionar una versión alternativa conforme.
Ahora que ya hemos visto de forma teórica los niveles de conformidad, vamos a irnos a algo más práctico y que creemos que te interesa saber.
¿Qué ventajas tengo si mi web es accesible?
Como ya hemos dicho, la principal ventaja para tu empresa es que tu cuota de mercado y la audiencia de tu página web aumenta. Es decir, tienes más potenciales clientes.
Además, es mucho más probable que mejores posiciones en los resultados de búsqueda de Google porque si la velocidad de carga de tu web es rápida, podrá leerla con facilidad.
Por otro lado, tener una web accesible es una acción de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que mejora la imagen de tu empresa, dado que promover la igualdad de condiciones para todos los usuarios siempre será bien valorado por la sociedad.
Ya por último y no menos importante, evitas posibles sanciones al cumplir con la ley vigente.
¿Cómo hacer que tu web sea accesible?
Aunque son muchas las pautas que debemos seguir para garantizar un mínimo de accesibilidad para nuestra web, ahora queremos destacar algunas de ellas.
1. Creando una estructura lógica adecuada a todos los usuarios
Estructurar correctamente nuestra web a través de un buen uso de encabezados, listas, etiquetas y marcadores la hará más accesible para los usuarios con una discapacidad cognitiva y facilitará el trabajo a los softwares con lector de pantalla.
2. Añadiendo texto alternativo (ALT) a las imágenes
El atributo ALT de las imágenes permite a los lectores de pantalla dar una descripción de la imagen a aquellos usuarios que tengan una discapacidad visual, algo imprescindible si la imagen tiene un fin informativo y no meramente decorativo.
Además, aunque Google no penaliza que no rellenemos este atributo, es recomendable hacerlo ya que te ayuda a mejorar posiciones en los resultados de búsqueda.
3. Añadiendo subtítulos y transcripciones a los elementos multimedia
Al igual que sucede con el texto alternativo, debemos ofrecer subtítulos y transcripciones a todo el contenido audio y vídeo de nuestra web para facilitar la navegación a usuarios con una discapacidad auditiva o cognitiva.
4. Mejorando la experiencia de usuario con los enlaces de hipertexto
Cuando un usuario navega por tu web, resulta imprescindible que sepa adónde le lleva cada botón o enlace.
Por darte un ejemplo, un botón con el texto “Conoce nuestra historia” dirigido a la página Conócenos de tu web, será mucho más intuitivo para él que un botón con el texto “Haga clic aquí”.
Dar al usuario información concreta en un lenguaje entendible mejorará su experiencia y ayudará al posicionamiento de tu web.
5. Invirtiendo en herramientas de accesibilidad web
Conseguir una web accesible para todos los usuarios requiere de mucho esfuerzo para cualquier empresa.
Sin embargo, si tu empresa está ya consolidada y quieres pasar al siguiente nivel de ingresos, necesitar invertir en software de accesibilidad web para llegar a más usuarios y aumentar tu cuota de mercado.
Incluso si diriges una institución, invirtiendo en estas herramientas estás mejorando tu compromiso social y contribuyendo a la igualdad de oportunidades.
¿Te interesa mejorar tu accesibilidad web con nosotros?
Para que puedas beneficiarte de todas las ventajas de tener una web accesible, en Dominio Zero acabamos de estrenar nuestra herramienta de accesibilidad para la web de tu empresa.
Utilizar esta aplicación es muy sencillo porque permite adaptar tu web automáticamente a uno o varios tipos de discapacidad de forma simultánea: auditiva, cognitiva, visual u otras.
Además, el usuario también puede ejecutar otras acciones de forma manual dependiendo de sus necesidades, como ajustar los contenidos, cambiar el contraste de la pantalla o agrandar el cursor.
Si quieres comprobar tú mismo cómo funciona, solo tienes que hacer clic sobre el icono del hombre que aparece a la derecha de tu pantalla en cualquier página de nuestra web y probarla por ti mismo.
Y si te ha parecido interesante este artículo y estás interesado en nuestro servicio, te invitamos a que nos contactes para darte más información.