La nueva Ley de Cookies ha llegado (tranqui, puedes seguir comiendo todas las galletas que quieras). De lo que vengo a hablarte son de las cookies de las páginas web, esas que no paran de salir cada vez que entramos en una web nueva.
A pesar de que las cookies con virutas de chocolate son más divertidas (y ricas), es el momento de ponerse serios y hablar de la nueva política de cookies conocida como ePrivacy.
Día tras día aceptamos cookies de diferentes páginas web sin saber realmente qué es lo que estamos aceptando o incluso sin saber lo que son.
Con el nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) cambian más cosas de lo que parece, así que en este post te traemos todo lo que necesitas saber para actualizar tu web a la Nueva Ley de Cookies 2020.
Lo primero que debemos de tener claro es qué es una cookie y para qué sirve.
¿Qué son las cookies?
Las cookies son pequeños archivos sobre nuestra conexión que se quedan en nuestro dispositivo mientras estamos navegando por internet. Aunque pueda parecer extraño debes de estar tranquilo, ya que no es ningún tipo de virus ni nada por el estilo, ¿Quién llamaría cookies a algo malo? Eso sí que sería un delito.
Las cookies no pueden ver ni guardar tu información personal. El problema está en que aportan gran información sobre nuestra navegación sin que lo sepamos, lo que supone un problema desde el punto de vista legal.
Estamos viviendo una etapa donde la importancia de la privacidad está creciendo día a día, ya que estamos aportando información muy valiosa sobre nuestros datos a todas horas y sin que seamos conscientes de ello.
La nueva Ley de Cookies 2020 se centra en aquellas webs que pueden identificar a sus usuarios. Cuando entras a una web y aceptas las cookies, ¿sabes qué datos se están almacenando, quién lo hace o con qué propósito?
Qué datos almacenan las cookies
Al navegar por una página web y aceptar su consentimiento de cookies, estas empezarán a registrar nuestros datos de navegación, pero, ¿Qué datos?
Información sobre la navegación
¿Te has fijado que alguna vez has entrado a una página y ya tenías la sesión iniciada? Pues tienes que agradecérselo a las cookies. Estas guardarán datos como contraseñas o configuración de idioma para no tener que volver a seleccionarlo la próxima vez que accedamos a la web.
Páginas personalizadas
Si se trata de una página con funciones o temas personalizables, las cookies nos ayudarán a poder volver a entrar en la web y no tener que volver a configurarla.
Marketing y publicidad
Las cookies almacenan los datos estadísticos que las empresas utilizan para personalizar la publicidad que nos aparece, ya que a cada persona le aparece una publicidad diferente dependiendo de sus intereses.
Carritos de compra de los E-Commerce
Al igual que se guardan contraseñas o configuración de idioma, con las cookies también tendremos el carrito de compra que hemos hecho en un E-Commerce pero que no hemos llegado a comprar. ¡Vuelve y compra esa botella de vino que te gustaba pero no compraste porque no encontrabas la tarjeta!
IP, navegador e historial
Las cookies pueden saber cuál es nuestra dirección IP, qué navegador utilizamos y qué páginas hemos visitado anteriormente. Quien sabe, puede que dentro de unos años sepan hasta qué ropa interior usamos.
Nueva ley de cookies
El 31 de noviembre de 2020 es la fecha límite para adaptar las Cookies de tu web a la nueva normativa, ya que actualmente se rigen por la legislación de mayo de 2018.
Esta ley establece que los usuarios deben de estar debidamente informados y autorizar ellos mismos el uso e instalación de las cookies, ¡pero autorizarlo de verdad!, ya que hasta ahora teníamos el típico mensajito de “Acepto las cookies”, pero si no lo aceptábamos no podíamos navegar en la página. ¡Nos obligaban a aceptarlas sí o sí!
Como ves, los mandamases europeos han decidido mirar un poco más por nuestra privacidad para que seamos conscientes de la información que “regalamos” en internet.
Según la nueva ley de cookies 2020, al usuario debe de quedarle claro como van las cookies en una web instalar, así que no, no vale poner un troncho ilegible lleno de textos legales que solo entiende Harvey Specter el de Suits.
La gran novedad en esta ley es que (por fin) somos libres de navegar por internet sin tener que aceptar todas las cookies. Los mandatarios europeos nos han liberado, como cuando Harry le regaló un calcetín a Dobby, pero en este caso, nosotros somos Dobby y el RGPD el calcetín.
¿Sobre qué cookies se aplica la nueva legislación?
Si tienes una web y tienes dudas sobre qué cookies se ven afectadas con la nueva legislación, te explicaremos sobre qué cookies se aplica la legislación y sobre cuáles no.
Para que te hagas una primera idea, este nuevo reglamento recae sobre aquellas webs que tratan datos de carácter personal o datos que puedan identificar a una persona de forma aislada.
¿Sobre qué cookies no se aplica la nueva legislación?
Las cookies sobre las que no se aplica la nueva RGPD son:
- Las cookies que conservan la primera elección respecto a la decisión tomada la primera vez que se aceptaron las cookies de la web.
- Cookies que mejoran la experiencia de navegación al recordar datos de autenticación como el usuario, correo electrónico o contraseña.
- Las cookies que mantienen los carritos de compra.
- Las cookies destinadas a personalizar la interfaz de la web, como podría ser el modo nocturno de Twitter.
- Las cookies que permiten medir datos sobre la audiencia de la web.
- Las que limitan el acceso gratuito a una web durante un tiempo indefinido o limitado.
Cómo debe de ser el nuevo aviso de cookies
Lo primero de todo, ve olvidándote del consentimiento implícito, eso es muy de 2018. La nueva moda (si no quieres pagar 30.000€ de multa) es que el usuario sea totalmente consciente de lo que está aceptando.
Ya no valen esos mensajes de “navegando en esta web aceptas el uso que hacemos de las cookies” o los de: “¿Aceptas las cookies?” (pero solo tienes la opción de aceptar o irte de la web).
El nuevo aviso de cookies debe cumplir con ciertas características:
- Hasta que no se aceptan las cookies, todos los scripts que no sean estrictamente necesarios deben de entrar en pausa.
- El texto debe ser claro y conciso, sin utilizar un lenguaje de carácter profesional y asegurando que todo el mundo pueda tener claro de qué se trata.
- El nuevo aviso de cookies debe de dar la opción de abrir un desplegable en el que se muestre la descripción de todas las cookies disponibles.
- La web debe de mostrar las cookies con su origen, duración y descripción de los objetivos que persiguen.
- El usuario debe de aceptar las cookies mediante un icono afirmativo.
- Los diferentes tipos de cookies deben de estar debidamente claros y pre-marcados. Los tipos de cookies que debe haber son:
- Las cookies necesarias: Deben de estar activadas por defecto para que la web funcione correctamente.
- Las cookies que no manejan datos personales: Este tipo de cookies pueden estar pre-seleccionadas ya que no rastrean ningún tipo de carácter personal. Las cookies estadísticas entrarían en este grupo.
- Las cookies sobre datos personales: Estas cookies deben de estar desactivadas por defecto, por lo que el usuario tendrá la potestad de decidir si quiere que sus datos personales se utilicen con fines de marketing.
- En cualquier momento el usuario puede acceder al estado de consentimiento de la web y modificar o retirar sus preferencias con respecto a las cookies.
- Los datos recogidos se almacenan de forma segura como documentación de que se ha aceptado el consentimiento.
- El pop-up del aviso de cookies debe de aparecer cada 12 meses a partir de la primera visita a la web.
Si quieres actualizar las cookies de tu página web es importante que lo hagas perfecto, ya que las multas son bastante altas por esto. Si te decides a adaptar tu política de cookies con un texto predefinido, asegúrate de que la fuente es fiable y no cometas ningún error, ya que las consecuencias podrían ser bastante malas.
Si quieres actualizar tu política de cookies sin errores, déjalo en manos de profesionales y contacta con nosotros para actualizar la política de cookies de tu web.